Ninja Blade
Comienza un nuevo año, cargado de emociones y sorpresas. Todas las grandes compañías están empezando a definir sus planes para el 2009, pero en gran medida, los consumidores permanecemos ajenos a esas reuniones de alto nivel, en las que se inician proyectos y se proponen grandes ideas. En concreto, Microsoft, una compañía que durante los últimos años ha optado por el más alto secretismo hasta apenas unos meses antes del lanzamiento de sus juegos, no ha dejado entrever nada de lo que nos esperará en el nuevo año. Ni siquiera tenemos fechas de salida para algunos de los pocos proyectos conocidos, como Alan Wake. Pero hay un título con una llegada conocida (y relámpago) en este 2009: Ninja Blade.
Anunciado por sorpresa hace escasos meses, el juego llegará ya a principios de año (al menos, al territorio nipón, habrá que esperar para ver qué pasa en nuestro país). La responsable del mismo, una compañía bien conocida por todos, From Software. En el curriculum de esta compañía nos encontramos tanto éxitos como fracasos, pero nombres bien conocidos por todos: las últimas entregas de Tenchu, los Armored Core, Enchanted Arms y los dos Otogi, entre muchos otros. De hecho, el título que más nos puede servir de referencia es, precisamente, este último, Otogi, ya que es el que más se asemeja al Ninja Blade que nos ocupa.
No obstante, pese a compartir género y algunas dinámicas de juego, el título de la Xbox original y el próximo lanzamiento para Xbox 360 no guardan ninguna relación más allá de servirnos como guía de que From Software sabe programar juegos de acción de calidad. Ninja Blade presenta, pese a algunas limitaciones, buenas maneras; al menos eso es lo que se deja entrever a raíz de la demo que ha llegado el pasado lunes al bazar japonés de la consola. Intenso, con buenos detalles técnicos y cargado de acción, Ninja Blade tiene la intención de convertirse en el primer gran juego de 360 para este año 2009.
Ambientado en el año 2015, el juego ofrece un aspecto futurista que se aplica no sólo a los escenarios, sino también a los Ninja que lo protagonizan. La inspiración clara parece ser Ninja Gaiden, ya que la obra de Tecmo, en su última entrega, ofrecía esa mezcla de clasicismo Ninja con entornos en los que predominaba la más alta tecnología. Pero a diferencia del juego de Itagaki, Ninja Blade nos pone una fecha que, sin duda, sitúa de forma mucho más creíble la acción en nuestro planeta. La situación, no obstante, parece ser muy similar, con una invasión de criaturas demoníacas que aterran el planeta. Como si de un comando de las fuerzas especiales se tratase, un grupo de ninjas preparan su llegada a bordo de un transporte aéreo.
El protagonista, Ken, no será el único ninja trabajando por el bien de la humanidad, ya que en dicha aeronave está acompañado de otros miembros de lo que suponemos es su clan. La fusión de tradición y tecnología es extraña, pero también funcional, adaptándose con cierta credibilidad a la situación que se nos presenta. El maestro, haciendo las veces de capitán de la expedición, antes de saltar al combate le da a Ken una espada sellada, de la que no se nos dan muchas explicaciones en la presentación de la demo. Tras esta secuencia de vídeo, comienza la verdadera acción, en la que controlamos a Ken mientras cae hacia un edificio, eliminando a unas criaturas voladoras por el camino.
El sistema de juego se repartirá entre dos vertientes distintas. La primera de ellas, la que vivimos durante estos primeros compases de juego, es la acción cinemática. Secuencias de vídeo en las que se irán sucediendo los acontecimientos y en las que, mediante una serie de QTE, deberemos abrirnos camino entre las huestes enemigas. No cabe duda de que consiguen su objetivo, sirviendo de nexo narrativo e interactivo entre las distintas secuencias de acción. Según la precisión a la hora de pulsar el botón, se nos otorgará una puntuación (perfecto, excelente, bien…), pero si pulsamos el botón equivocado nos veremos avocados a repetir toda la secuencia.
La segunda vertiente de juego es, como ya habréis supuesto, la acción directa. Esta nueva escena de la demo tiene lugar en los pasillos de un edificio, donde nos encontraremos con unas criaturas humanoides que dan la sensación de ser humanos infectados o mutados. Aquí tendremos muchas más opciones de control: con el botón A saltaremos, mientras que X e Y servirán para los ataques con la espada. El botón B servirá para desatar los ataques especiales, mientras los gatillos nos permitirán cubrirnos o activar la visión ninja. Esta última servirá para mostrar los puntos débiles de los enemigos, así como la vida y el nivel de los mismos.
Cuando pulsamos el botón B, deberemos dejarlo pulsado para cargar el ataque y apuntamos con una mirilla, desatando el especial al soltar el botón. Además, Ken lleva a su espalda tres tipos de arma diferentes, entre las que podremos movernos con la cruceta. Las características de cada una serán particulares; una espada sencilla, una espada grande y dos espadas gemelas, cada una con su rango, su potencia y su velocidad. Será muy sencillo cambiar entre ellas e ir desatando ataques más devastadores con los combos que podremos llevar a cabo con X e Y. Hará falta, además, ser hábil en estas lides, puesto que los enemigos parecen ser correosos en cuanto a vitalidad, requiriendo que desarrollemos estrategias.
Una vez hayamos limpiado el pasillo, nuevos QTE en los que esquivaremos el ataque de una criatura y empezaremos a correr edificio abajo, eliminando enemigos mientras descendemos (en esta sección tendremos control total sobre el personaje, alternándose con los QTE). Para terminar la demo, nos enfrentaremos a una gigantesca araña de nivel 5 (algo que, según comentan los personajes, no es normal). Se tratará de un duelo que nos obligará a combinar todas nuestras habilidades con la mayor maestría posible, haciendo uso de nuestra visión ninja (que ralentiza la acción), todos los tipos de ataque cuerpo a cuerpo y QTE puntuales.
Primera impresión
Ninja Blade quiere apuntar alto. No en vano, será la primera imagen de Xbox 360 para el 2009, y tras dos años de éxitos, esa carga puede ser muy pesada. Muestra buenas maneras, combinando acción a raudales y buenos detalles técnicos, pero esta demo nos deja todavía con muchas incógnitas. Habrá que ver si en la versión final se depende tanto de los QTE o se consigue una fusión perfecta de estilos de juego. Por lo de pronto, las cosas no pintan del todo mal para la nueva obra de From Software, quienes esperan repetir el éxito cosechado por su gran obra para la anterior máquina de Microsoft, los Otogi. Aunque en esta ocasión, sufrirá de inevitables comparaciones que le pueden hacer mucho daño.
